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El martes pasado, 5 de mayo, sobre las once de la noche, el guarda de seguridad de la urbanización Caraquiz, que se encuentra en la localidad de Uceda, en Guadalajara, avisaba a una propietaria de que había encontrado a un gato malherido en la calle Lugo. Cuando la vecina llegó al lugar se topó con una de las escenas más espeluznantes que ha visto en su vida: un gato agonizante, retorciéndose de dolor, al que le habían arrancado limpiamente buena parte de la piel del cuerpo.
Avisado el personal de Amnistía Animal, se requirió la presencia de un veterinario que, media hora más tarde, no podía más que aconsejar el sacrificio del pobre animal para evitarle una lenta y terrible agonía.
Matilde Cubillo, presidenta de Amnistía Animal, manifiesta su preocupación por la frecuencia y gravedad de estos actos: “Hasta que se endurezcan adecuadamente las leyes, de tal manera que la gente no pueda sentirse impune al cometer estos delitos terribles, las cosas no van a cambiar en este país. Por desgracia no estamos ante un caso aislado ni excepcional, y eso debería alertar a las autoridades, porque detrás de actos sádicos y salvajes como el de este pobre gato asoman auténticas psicopatías, y nada impide que mañana sean personas las que sufran los ataques de esta gente. Los que maltratan a los animales de esta manera están lanzando señales claras e inequívocas de un desequilibrio mental, por eso es tan importante que las denuncias de este tipo que presentan las asociaciones protectoras de animales sean atendidas y analizadas con absoluta seriedad, porque con ello se evitarán muchas desgracias posteriores”.
Dada la gravedad de este caso, Amnistía Animal ha lanzado una campaña en Internet, complementada con una acción informativa mediante carteles, en la que ofrece una recompensa de 500 euros a quien proporcione información fiable que permita localizar al autor o autores de este atroz delito.
Confiemos en que alguien haya escuchado los maullidos de dolor del pobre animal y pueda ayudarnos a dar con los desalmados que lo martirizaron.